Granja, Forja y Vapor ¿donde erran los mundos fantásticos?

En estos días me tropecé casi por casualidad con Farm, Forge and Steam un magnífico libro que me he devorado en tan solo un par de días.

En esencia es un muy completo tratado de historia, analizando el surgimiento de las civilizaciones, desde la prehistoria y la domesticación de los primeros animales, hasta la era moderna y el desarrollo del motor de combustión interna. Pero lo curioso de este libro es que continuamente compara este desarrollo histórico con las civilizaciones que hemos conocido a través de la literatura fantástica y los juegos de rol.

Un detalle que parece molestar particularmente al autor Phil McGregor es lo estáticas que parecen mantenerse las civilizaciones de fantasía durante cientos o incluso miles de años.

Tomemos el caso por ejemplo de los pueblos que aparecen en «El Señor de los Anillos» quienes parecen estar atrapados indefinidamente en una suerte de eterna edad media. No nos enfoquemos en los elfos o ni siquiera en los Numenorianos; tomemos a Rohan, un pueblo que por lo que podemos leer en los libros tiene una larga historia, sin embargo en toda esa historia parece que desde siempre combatieron de la misma manera con espadas y armaduras de acero. Y las generaciones pasan y no parece haber ninguna mejora en el proceso de creación de estas armas.

Y por supuesto esto va en contra de lo que nos muestra la historia, si bien han habido períodos de estancamiento o incluso hasta de retroceso; no cabe duda que en general el cambio ha sido la principal constante.

Otro detalle que me pareció interesante fue la importancia del combate de las enfermedades en el desarrollo de la civilización. Por ejemplo McGregor apunta que muy posiblemente las grandes civilizaciones de MesoAmérica no conocieron muchas pandemias pues a diferencia de Europa en la América precolombina no existían demasiados animales domésticos en contacto constante con la población de las ciudades. Esto probaría ser una gran ventaja previo la colonización, pero una vez llegaron los europeos arrastrando consigo todas sus enfermedades, los indígenas cayeron como moscas al tener un sistema inmune menos preparado.

En el libro entonces realizan equivalencias entre estos choques de civilizaciones y los compara a choques semejantes que hemos visto en multitud de historias de fantasía heroica. ¿Cómo se adapta el sistema inmune de los elfos a las enfermedades de los habitantes de las ciudades?

Y también realiza otras preguntas interesantes, ¿de donde sacan los «elfos del bosque» o los enanos que habitan «bajo la montaña» los alimentos para sostener largos ejércitos? Un bosque no posee la capacidad de producir alimentos que tiene una granja, y en un sistema de minas y cavernas es muy difícil cuando no imposible producir una cantidad de comida decente.

Cerca del final del libro McGregor se dedica a un interesante ejercicio de extrapolación sobre la existencia de la magia en los mundos fantásticos. ¿Cómo se desarrolla un mundo en donde en efecto los dioses otorgan dones de curación? ¿Acaso no se industrializaría rápidamente el proceso de oración y curación? En un mundo donde existen hechizos como «transmutación» todo sería mucho mas fácil, se transmutaría la dura piedra en un material mas manejable y se extraerían los recursos con mayor facilidad, o mejor aún, se convertirían los materiales abundantes y de poco valor en materiales mas escasos y costosos.

El mensaje final de Farm, Forge and Steam es que el cambio es una constante inevitable de las sociedades humanas y que esas sociedades estáticas que con frecuencia nos muestran en las historias de fantasía no tienen un buen asidero histórico.

Este libro puede conseguirse a buen precio en Drive Thru RPG:

Farm Forge and Steam

Farm Forge and Steam

 

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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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9 comentarios

  1. Hace tiempo leí esta reseña y acabo de volver a leerla, su postura es interesante, sin duda. Como no he leído el libro no puedo refutarlo, pero si comentaré algunas cosas.

    1) hay un hecho curioso en la mayoría, y yo también he usado ese cliché, de las ambientaciones de fantasía medieval /épica y es que en muchas de ellas han ocurrido o ocurren siempre un cataclismo que echa para atrás a al civilizaciones. El Silmarillion es un un gran ejemplo: ¿Qué pasa cuando los Valares deciden echarle leña a Morgoth? rspta: Cataclismo. ¿Qué pasa cuando los numeroneanos se le va la mano? rspta: cataclismo. Ahora Dragonlance: las Guerra de los Dragones fueron cataclismicas, y el punto de partida de la Saga inicial es posterior al Cataclismo, ese gran meteorito que los dioses lanzaron porque no se les ocurrió mejor forma de poner fin a Apostasía del Príncipe de los Sacerdotes. RO seguro encuentras cataclismo en sus historia, en diferentes regiones por ejemplo: Mulhorand, Unther, el Cataclismo de los Dioses que sirvió de paso entre 2da y Tercera. Aquel Cataclismo que acabo con Myth Drannor. En Geralt de Rivia la Conjunción de las Esferas trajo a los hombres al mundo que elfos, gnomos, hobbit y enanos compartian en sana paz. Y… así ad infinitum…. es más WH40K también tiene algo de cataclismo.

    2)Aunque Tolkien se negó a aceptar cualquier lectura política que se hiciesen de su obra. Siempre negó que Mordor y Sauron fuesen metáforas y alegorías de Hitler o Stalin. No sé puede negar que si hay una critica al impacto negativo de la revolución industrial si compararas la aptitud de los Orcos hacia la tecnología y el uso inclemente de los recursos. Es más mira el final de la Comarca y te harás una lectura. Y, si te das cuenta a que Valar sirvieron, inicialmente, Curumu y Sauron, veras que si hubo un sesgo, así sea subyacente.

    3) si hubo una ambientación, y gusto mucho, pero tristemente apareció cuando 3.5 iba palo abajo que trato el tema de la magia y la tecnología, ahora que escribo me corrijo, fueron dos. Y son: Eberron (más fantasiosa, brillante y pulpera) y Reinos de Hierro (más Steampunk, Oscura e igual de atractiva) en ellas tienes las respuesta a los últimos conceptos.

    y lo cierto es que esas son las formas y los clichés del genero que todos usamos y pocos aprovechan para romper. Y no puedo evitar recordar esa hermosa película animada, que ¡Dioses! ¡Santa Ciencia! quisiera ver de nuevo: El Vuelo de los Dragones.

    • En verdad si uno se pone a ver lo avanzados que eran los romanos, en comparación con las civilizaciones que vinieron después, sí hay una diferencia. Claro, las civilizaciones de la edad media tuvieron muchas tecnologías que los romanos ni soñaron, pero en general los romanos tenían una idea muy superior de lo que era una civilización en comparación a lo que se convirtió el imperio desmembrado después.
      Quizá somos afortunados y vivimos en un mundo curioso que logró recuperarse bien de una catástrofe como fue la pérdida del Imperio Romano, pudiera ser que otras civilizaciones en circunstancias diferentes nunca terminan de recuperarse realmente.

      • Voy a iniciar citando una de las reglas de oro de Quentin Skinner: «Nadie puede pensar lo que naturalmente no estaba en condiciones de pensar» Dicho esto paso a comentar algo de Grecia y Roma, pero mas sobre esta ultima.

        Ya es conocido por muchos, gracias a los arqueólogos, y revisionistas que los griegos conocían muchos conceptos que damos por nuevos, como la hidráulica, la hidrodinámica, el poder del vapor, entre otros. ¿Recuerdas el caso del mecanismos de Antisitera? eso quiere decir que los señores de aquella época no estaban tan atrasado como creíamos. Arquimides, me viene la mente.

        Si ellos ya tenían esas nociones y sabían como ponerlo en práctica, ¿Por qué los griegos no implementaron el vapor para crear barcos o telares de vapor? la respuesta es sencilla, porque era más cómodo mantenerse en el pensamiento general. Era más fácil, barato y cómodo valerse de la mano esclava.

        Así que, a la hora de jugar los avances de una civilización hay que tener en cuenta el contexto donde se desenvuelven, para determinar ¿por que si conocían algo no lo implementaban?

        • Observemos como hoy en día tenemos conocimiento de cómo utilizar el Torio para obtener energía barata y segura, y no se hace porque el miedo atómico todavía nos tiene anclados al petróleo.

          • Siempre habrá intereses que dirán que no es rentable. Por cierto en cuanto las enfermedades entre las diversas razas, en la saga de los Orcos: Primera Sangre, Stan Nicholls trata ese tema, los orcos son vulnerables a los virus humanos. Aunque debo confesar que allí y tal vez en ls Saga de Geralt de Rivia, son las únicas donde he visto que hagan esta diferenciación.

          • Otra cosa que recordé fueron los chinos y sus billetes, ¿por qué no continuaron avanzando el desarrollo económico? De hecho ¿por qué nosotros nos estancamos tanto tiempo en el dinero físico?

  2. El estancamiento de las sociedades fantásticas es algo que siempre me ha mosqueado, pero he acabado viéndolo tanto que al final me he visto obligado a hacer oídos sordos si quiero disfrutarla. Muchas de estas sociedades comienzan afirmando «que han existido desde antes de que hubiese registros», o los hombres surgieron misteriosamente del otro lado del mar, o un dios los creó tal y como son. Una de las grandes virtudes que tiene la humanidad es la capacidad de progreso e invención. Incluso en la Edad Media había avances, se descubrían nuevos modelos de cultivo o de arado, se desarrollaban nuevos tipos de armas (sobre todo de asedio) y armaduras, se descubrían nuevas técnicas medicinales, algunas basadas en los tiempos antiguos y otras no. Hay unas pocas obras de fantasía, como el manga Berserk o la saga de Geralt de Rivia, donde te dan a indicar que ha habido un cierto progreso de la humanidad hasta llegar al tiempo de la acción, pero este tiende a ignorarse en la mayoría de los casos y afirma que «el mundo siempre ha sido así».
    Muy buena recomendación, tengo ganas de echarle un vistazo al libro 🙂

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