La Cueva del Lobo

Adiós Elsa, Amada Mamá

Elsa fue una mujer maravillosa que tocó el corazón de todos aquellos que se tomaron el tiempo de conocerla. Una mujer llena de amor, cariñosa a más no poder, bondadosa y generosa hasta lo absurdo. Siempre con una palabra amable para todos. Siempre con un consejo sensato para el que se lo pidió. Siempre con un beso listo en los labios para los suyos. Siempre dispuesta ayudar de alguna forma.

Elsa con América y Vladimir Antonio
Elsa con América, Vladimir Antonio y Mancho

Dedicada a su familia con total devoción, continuamente pendiente de apoyarnos en lo más mínimo, inspirándonos a superarnos a nosotros mismos todo el tiempo. y pendiente de los más mínimos detalles día a día.

Orgullosa de su casa, y fascinada por la decoración, la navidad era sin duda su época favorita. Hace poco un amigo muy querido me dijo que de ahora en adelante, cuando vea una revista de decoración, el programa de Martha Stewart, o unos adornos de navidad, se acordará de ella. Y tiene mucha razón, creo que las navidades serán ahora mucho más difíciles. Al menos por un tiempo, porque eventualmente la navidad me la recordará a ella, y eso siempre será maravilloso.

La niña Elsa a quien mi abuela disfrutaba vistiendo y disfrazando

Vivió una vida maravillosa, digna de una novela de Dickens (con la navidad como trasfondo por supuesto). Tuvo dos mamás, y dos papás. Vivió unos romances dramáticos y apasionados. Cuando se casó intentó tener un hijo por casi tres años, hasta que consiguieron concebirme a mi, con mucho esfuerzo y sacrificio. Pero también adoptó a su hija América, y ambas se amaron hasta el extremo.

Llenó mi infancia de cuentos, canciones y libros. Cuando me leía un cuento, ¡me hacía las voces de los personajes! ¡Y se inventaba canciones en mitad de las historias! Ella misma leyó una multitud de libros a través de toda su vida, y estaba fascinada por la religión y el misticismo. Compartimos juntos libros como El Señor de los Anillos, o La Tierra Moribunda.

Con sus hermanos Noris y Harold, y su sobrino William. Yo también estoy en esta foto, solo que «a cassette».

Una de las personas más influyentes en su vida, fue su padre Oscar Graterón Jimenez, un abuelo al que nunca conocí en persona, y al que sin embargo conocí a través de ella. Y de sus historias, de su manera de ser, y sobre todo del amor que nos legó a través de ella.

Le tocó vivir estos terribles años que hemos padecido en Venezuela. Tiempos difíciles para todos los venezolanos, pero creo que para mi, una de las cosas peores, fue ver como mi mamá y mi familia sufrían esta situación. Y sin embargo he de admitir que el destino fue menos cruel con nosotros de lo que ha sido con muchos otros venezolanos. Pero ella con su «mente positiva» siempre supo mantenernos optimistas a pesar de las circunstancias. Y nos hizo más fácil capear el temporal.

Pero lo más importante, lo que nos queda de Elsa, es ese amor que nos transmitió y que a su vez ella recibió de sus padres y de su familia. Su amor tocó una multitud de corazones a través de su vida. Es impresionante la cantidad de gente que me ha enviado mensajes de apoyo señalando lo importante que fue mi mamá en sus vidas. Si queremos honrarla, debemos transmitir ese mismo amor a quienes nos rodean y a las generaciones por venir.

Junto al Presidente Luis Herrera Campins, y la Primera Dama Betty de Herrera de visita en nuestra casa en Portuguesa

Fue una excelente cocinera, legendarias fueron sus pizzas, que mis amigos disfrutaron en multitud de ocasiones. Pero ese era solo uno de los innumerables platos que nos preparó. Aquellos que fuimos niños a su alrededor, y quienes le éramos más cercanos, de seguro recordaremos con cariño su deliciosa torta helada, sus pastichos, y su asado negro que hicieron nuestras delicias en más de una celebración. No le gustaba mucho cocinar pescado, porque le desagradaba el olor que le dejaba en su casa. Y sin embargo en más de una ocasión superó esa aversión para complacerme.

Pero siempre continuaba aprendiendo nuevas recetas. En estos últimos años aprendió a hacer un pasticho de plátano, que se convirtió de inmediato en mi platillo favorito. Una auténtica delicia.

Elsa tuvo varias casas durante su vida, alrededor de Venezuela, en Caracas, en Acarigua, y en el municipio Ospino, en el Estado Portuguesa. No obstante vivió la mayor parte de su vida aquí en la urbanización Bararida en Barquisimeto. Se dedicaba en cuerpo y alma a esta casa. Lamentablemente a medida que la economía del país fue decayendo, tuvo menos recursos para dedicarle a su hogar. Pero siempre se empeñó en mantener esta casa impecable, hermosa, bien arreglada y repleta de detalles. Desde muy jóvencita, tuvo un don para la decoración de interiores. Me comentaba que siempre que llegaba a un lugar en su mente de inmediato se ponía a alterar los elementos de la decoración del sitio, bien fuera una tienda, una casa, etc. Quienes han visitado este hogar pueden atestiguar que siempre ha sido una «casa de revista».

Elsa y su casa en navidad, ese Reno tiene una historia «infame».

Durante los últimos ocho o diez años, mi mamá desarrolló una gran afición por los idiomas. Gracias a aplicaciones como Duolingo, Youtube, y las redes sociales, estaba estudiando una variedad de lenguajes. Desde el inglés en el que estaba bastante avanzada, pasando por el Turko que se había convertido en su gran pasión, también el francés, el Italiano, e incluso idiomas tan complejos como el Griego Moderno, y hasta le ponía algo de tiempo ocasionalmente al Alemán y al Chino Mandarín.

Gracias al enorme éxito que han disfrutado las series de televisión Turcas en los últimos años, Elsa se había convertido en una gran admiradora de los actores Engin Akyürek y Tuba Büyüküstün, quienes han protagonizado una variedad de exitosas series y películas, con las que han sido ganadores de una gran cantidad de galardones alrededor del mundo.

A través de esta admiración, también desarrolló una gran fascinación por Turquía, su cultura e historia. Y se unió a muchas comunidades de estudiosos del idioma Turco, y fanáticos de las series de televisión originarias de este país.

Me gustaba decirle que era la mujer de las tres pantallas. En el PS3 veía Youtube, en donde diversos profesores le daban lecciones de algún idioma. En el teléfono tenía activos varios diccionarios y traductores. Y en el iPad iba hacía sus propias notas. Y al finalizar sus lecciones se ponía a mirar alguna serie turca, e intentaba realizar la traducción ella sola. Muy lejos de ser la típica señora de su edad.

Junto a su nieto adorado

Hace 23 años mi hermana le dio un regalo maravilloso, su nieto Vladimir Antonio, por el cual se desvivía. Fue ella quien lo impulsó a través del camino de la música y siempre lo llenó de ánimos, y lo entusiasmó a continuar adelante cuando lo veía flaquear, o cansarse.

Fue fanática de Alfredo Sadel, Aldemaro Romero, Simón Díaz, Ilan Chester, Rocío Durcal, Raphael, Julio Iglesias, Carole King, Celine Dion, Barbra Streisand, Nat King Cole, Frank Sinatra. Y en estos últimos años, disfrutaba enormemente de Franco de Vita, Ricaro Montaner, Andrea Bocelli, y Vitas, entre otros.

Ella misma nunca tocó ningún instrumento, pero le enseñó las notas musicales del piano a su nieto. Poseía una hermosa voz, con la que nos complacía ocasionalmente. Aunque todo hay que admitirlo, le encantaba cambiar la letra de las canciones…

Y de hecho, algo gracioso es que le encantaba cambiar el nombre de las cosas, el sartén eléctrico era «el sofá cama», la mortadela era «la carne falsa», los audífonos eran «los oidores» y tantas otras igual de graciosas.

Disfrutó mucho de telenovelas como La Señora de Cárdenas, Cristal, y La Dama de Rosa. Junto a ella disfruté de otras telenovelas como El Inútil, Betty la Fea, Pedro el Escamoso, o La Guerra de las Rosas. También disfrutamos juntos series de televisión como The Crown, Downton Abbey, y Anne the Green Gables.

Fue muy fanática de series animadas como Snoopy, Ziggy, y Garfield. Le fascinaban las películas navideñas, y le encantaba ver films como los Picapiedras en navidad, Ziggy en navidad, Snoopy en navidad, etc. y siempre volvía a ver películas como Home Alone, Bridget Jones, There’s Something About Mary, Along Came Polly, Meet the Fockers, Father of the Bride, The Remains of the Day, Notting Hill. Y tantas otras.

Creo que exagero si digo que tuve cuatro discusiones fuertes con ella en toda mi vida. Elsa y yo teníamos nuestros desacuerdos como cualquier familia. Pero casi siempre supimos entendernos en sana paz. Tenía sus defectos como cualquier otro ser humano, pero sus virtudes superaban con creces cualquier falla.

Fue una gran conversadora, un gran oído cuando necesitabas ser escuchado. O una excelente consejera si estabas dispuesto a escucharla.

A todos aquellos a quienes Elsa tocó al menos brevemente, los invito a que honremos su memoria amando a quienes nos rodean, con el mismo amor que nos dio ella. A través de el amor que nos dio, nuestras vidas fueron mejores, si nosotros multiplicamos ese amor, este mundo será un lugar mejor.

Elsa con los Vladimires

Quiero agradecer todo el increíble apoyo que hemos recibido durante estos días tan terribles, antes y después de su partida. Nuestra querida familia, nuestros amigos, nuestros vecinos, y hasta los amigos de este blog. Mi más sincero agradecimiento. Gracias a todos ustedes por ayudarnos a amortiguar el dolor.

No sabía yo que mi familia era tan amplia, ni tan solidaria, me han dado una lección de amor y de cariño, como si todos fuéramos hijos de Elsa de una manera o de otra. Un gran abrazo. Los próximos días, meses y años, serán difíciles, pero sé que cuento con todos ustedes. Gracias.

Y a ti mamá, no sé si nos encontraremos alguna vez, de alguna forma, espero que si. Fuiste una madre maravillosa, no podía pedir nada mejor. Es un privilegio ser tu hijo. Muchas gracias por todo, te amo, te amo muchísimo. Muchos besos y muchos abrazos. Muchísimas gracias por todo.

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