Sigo con el reto de los 30 Libros, y hoy toca “Uno que sea un Placer Culposo”, es decir, un libro que te guste aunque te haga sentir culpable.
La verdad es que ningún libro nos debería hacer sentir culpables, pero admitámoslo, un libro basado en un videojuego no es precisamente un candidato a un nobel y sin embargo este fue un libro maravilloso 😀
Hellgate London – Exodus es la primera novela en una trilogía del autor Mel Odom, como es de esperarse estas novelas fueron encargadas para promocionar el videojuego del mismo nombre, un MMO que desafortunadamente sufrió de muchas dificultades hasta que eventualmente cerro. Pero afortunadamente recientemente lo han abierto nuevamente como un Free 2 Play.
Una puerta al infierno se ha abierto en mitad de Londres, una horda de demonios de todo tipo ha salido y continúa saliendo de allí. Los Templarios, la organización que durante milenios se ha preparado exactamente para esta desastre, descubren que ninguna precaución hubiese sido suficiente, el ejercito de las Tinieblas, es sencillamente demasiado poderoso, de algún modo deben comprar tiempo…
Este libro me lo compré en Amazon, si no me equivoco, creo que fue el primero que me atreví a adquirir afuera. Lo compré junto con la edición del coleccionista del juego justo después de probar la demo, cuando estaba emocionadísimo.
También fue uno de los primeros libros que me atreví a leer en inglés, cuando finalmente le perdí el miedo a leer en ese idioma.
Mel Odom, toma los sencillos esbozos que le dieron los desarrolladores del juego y convierte aquello en todo un universo literario, las diferentes personalidades de sus protagonistas, los diversos intereses e interpretaciones de la situación de cada una de las facciones involucradas, las detalladísimas descripciones de la acción con la que el autor crea una historia casi cinematográfica (sí, otra vez) y la capacidad de narrar una historia que no tiene un punto de descanso para el lector es increíble.
Un libro que es pura acción de principio a fin, un libro que es intensamente divertido, a pesar de que nunca se gane un nobel 😉
