Asimov entrevistado por Bill Moyers

Asimov 3

Saludos amigos, esta entrevista se la realizaron a Asimov hace muchos años, por lo que debemos entender que se diga que Asimov escribió trescientos noventa y un libros, cuando según recuerdo la cifra es superior a los quinientos.

También observaremos la forma en que hablan de Reagan y de Gorbachev como fenómenos muy recientes, pero he preferido dejarlo así para preservar la entrevista intacta. La entrevista fue hecha durante 1988 y es comprensible que hablen de los acontecimientos de la época.

Los invito entonces a que leamos esta maravillosa y extensa entrevista a uno de los genios mas queridos y admirados de nuestros tiempos, el Buen Doctor, Isaac Asimov:

Bill Moyers: Tu libro número trescientos noventa y uno se titula «Far as Human Eye could see» ¿Cuán lejos podemos ver?

Isaac Asimov: Depende de lo que estemos buscando. Si estamos mirando la historia humana, no podremos ver muy lejos porque la historia humana es algo bastante caótico. Los cambios minúsculos producen a veces enormes resultados, imprevisibles en su dirección. Pero si estamos mirando algo esencialmente simple, como estrellas o galaxias, entonces es posible mirar muy lejos en el futuro. Tal vez nos equivoquemos, pero es posible pronosticar algo que va a ocurrir dentro de miles de años. Eso es lo que hago en el libro y por eso le puse como título un verso de aquel poema de Tennyson que dice: «Pues me sumergí en el futuro / tan lejos como podría ver el ojo humano, / y tuve una visión del mundo / y de lo maravilloso que sería».

Bill Moyers: ¿Ves maravillas, ahí afuera?

Isaac Asimov: Veo el cuadro de un Universo que se torna infinito. Puede expandirse más y más hasta que haya suficientes intersticios para permitir el comienzo de otro Universo, y más allá los remanentes de otro más, aun más difuso, y así sucesivamente hasta el infinito. Si el Universo no se expande infinitamente, si queda atascado y desaparece en un futuro lejano, podrá haber entonces un vacío ilimitado a partir del cual surjan constantemente nuevos universos como burbujas en el agua hirviente; algunos grandes, otros pequeños, cada cual con su propio sistema de reglas y de leyes. En el caso particular de la especie humana, ocurre que vivimos en un Universo que brinda las condiciones adecuadas para la vida.

Aquí llegamos, indefectiblemente, al Principio Antrópico. Y esto porque sólo podemos existir en un Universo que resulte adecuado para que haya vida. Algunos argumentan que en el Universo todo depende de la observación humana. Hay gente que dice: «Supongamos que no hubiera seres humanos, sino solamente ranas. ¿Alcanzaría con la observación de las ranas para la existencia de este Universo? Es el juego de los escolásticos modernos. En lugar de determinar cuántos ángeles pueden bailar en la punta de un alfiler, tratamos de explicar las rarezas cuánticas. Es muy divertido, pero, a la larga, nos deja mareados.

Bill Moyers: Has escrito trescientos noventa y un libros, has leído sobre prácticamente todo lo que existe, desde las supernovas hasta la invención del heno, pero no tienes un equipo de investigadores ni empleados que te asistan, llevas tus propios archivos y haces tus propias llamadas telefónicas. Cuando te llamé para solicitarte esta entrevista, tú mismo atendiste el teléfono. ¿Cómo te organizas con tantas cosas? ¿Cómo te mantienes al día con todo?

Isaac Asimov: Ocurre que cuando me inicié, en la década del cincuenta, pensé que con suerte vendería unas pocas decenas de historias en toda mi vida, así que no iba a necesitar secretaria ni un sistema de archivos muy complejo. Simplemente, me las arreglaba con fichas comunes y mi memoria. Las cosas se pusieron cada vez más complicadas, pero nunca con tanta rapidez como para sentirme obligado a cambiar de método. Es como la antigua historia de Milón de Crotona, de quien se decía que había levantado en alto un ternero cada día, hasta que finalmente levantó un toro bien crecido. Y aquí estoy yo ahora, con un toro adulto a cuestas.

Bill Moyers: Un reporte de los Laboratorios Bell dice que hay mas información en una sola edición del New York Times de lo que un hombre o mujer del siglo dieciséis tenía que procesar en toda su vida. sin embargo tu pareces mantenerte al día.

Isaac Asimov: ¿Sabes como lo conseguimos? Cuando lees el New York Times, no lees casi nada de él. Estás buscando cosas que te interesen, la mayoría de las cosas simplemente las pasas bajo tus ojos sin darte cuenta.

Bill Moyers: ¿Es eso lo que haces cuando está investigando? ¿Aprender a discriminar?

Isaac Asimov: Debo hacerlo, nunca podría prestar atención a todo. Es imposible para mi pasar a través del New York Times y no ver un artículo que en cualquier forma haga referencia a la ciencia. Pero por otro lado, es imposible para mi pasar por el New York Times y fijarme en algo que referencia a la moda.

Bill Moyers: ¿Cree que podemos auto educarnos, que cualquiera de nosotros puede instruirse a sí mismo sobre un tema que le interese, que atraiga su imaginación?

Isaac Asimov: Las palabras clave son «que atraiga su imaginación». Ocurre que hay cosas que no atraen mi imaginación. Y dudo que pueda obligarme a mí mismo a aprenderlas. Por el contrario, cuando un tema me interesa terriblemente, me resulta fácil de aprender. Lo acometo con alegría y felicidad. He escrito más libros sobre Astronomía que sobre cualquier otra ciencia. Pero nunca he seguido ningún curso de Astronomía: soy completamente autodidacta en la materia. Por otra parte, he escrito relativamente pocos libros de Química, a pesar de que tengo un título de doctor en Bioquímica. Conozco demasiado de ese tema como para que me resulte interesante.

Bill Moyers: Aprender realmente te fascina ¿no es cierto?

Isaac Asimov: Justo ayer leía sobre la invención del heno en el nuevo libro de Freeman Dyson, lo que pensé en el momento fue, “¿Por qué nunca pensé en esto? ¿Cómo es que nunca supe de esto? ¿Qué me hizo pensar que el heno había existido desde el primer día de la creación?”

Bill Moyers: ¿Por qué es eso fascinante?

Isaac Asimov: Creo que es el proceso de ampliarte a ti mismo, el saber que hay una pequeña faceta extra del universo en la que pensar, que puedes comprender. Creo yo que al llegar la hora de morir habría cierto placer en pensar que uno empleó bien su vida, que aprendió todo lo que pudo, que recogió todo lo que pudo del Universo y lo disfrutó. Sólo existe este Universo y esta vida para tratar de entender lo que nos rodea. Y aunque resulte inconcebible que alguien aprenda más que una pequeña fracción de todo este Universo, al menos hasta allí podemos llegar. Qué tragedia sería pasar la vida sin aprender nada o casi nada.

Bill Moyers: Cuando aprendo algo nuevo – y es algo que pasa todos los días – Me siento un poco mas en casa en este universo, un poco mas cómodo en el nido. Y me temo que cuando comience a sentirme realmente en casa, se habrá terminado.

Isaac Asimov: ¡Jajaja! Solía preocuparme por eso. Yo decía, “Gradualmente estoy consiguiendo meter mas y mas cosas en mi mente, he conseguido esta hermosa mente, y va a morir, y todo se habrá ido.” Y entonces pensé, “No, no en mi caso. Cada idea que alguna vez he tenido, la he escrito, y está todo allí en el papel. No me habré ido. todo estará aquí.

Bill Moyers: ¿Se da usted cuenta lo deprimente que es este pensamiento para el resto de nosotros que no podemos escribir de la forma en que usted puede hacerlo? Uno podría decir: “Ya que no puedo escribir como lo hace Isaac Asimov, ni saber lo que Isaac Asimov sabe, entonces no haré nada”.

Isaac Asimov: No quisiera que la gente hiciera eso. Un poco es mejor que nada. De hecho, podría decirse que yo me excedo. Últimamente he estado pensando que la gente debe verme como alguna especie de freak. Hubo un cierto placer en escribir cien libros. Sentí que había alcanzado algo. Entonces doscientos. Pero ahora son trescientos noventa y uno. Es posible que sean cuatrocientos para el final del año, y tengo toda la intención de continuar haciéndolo porque disfruto el proceso. Al final puede que a nadie le importe lo que escribí – tan solo el número. Puede que me haya derrotado a mi mismo de esa manera.

Bill Moyers: ¿Cómo te explicas tu a ti mismo? ¿Qué lleva a un hombre a saber tanto como para escribir cuatrocientos libros?

Isaac Asimov: Supongo que puro hedonismo. Yo lo disfruto mucho. ¿Qué llevaba a Bing Crosby o a Bob Hope a jugar tanto al golf? Pues, el hecho de que disfrutaban con ello. Y lo mismo me ocurre a mí.

Bill Moyers: ¿Es posible que esa pasión por el aprendizaje se contagie a la gente común? ¿Podremos tener una revolución en el campo del aprendizaje?

Isaac Asimov: Sí, creo que no sólo podemos sino que debemos tenerla. A medida que las computadoras absorban cada vez más ese trabajo que en verdad los seres humanos no deberían hacer -porque no les exige usar el cerebro, resulta embotante y aburre a muerte-, a los seres humanos no les quedará otra cosa que hacer, como no sea emprender esfuerzos de tipo más creativo.

La única forma en que podemos entregarnos a esos esfuerzos más creativos es con mentes que apunten a ellos de entrada. Usted no puede tener a un ser humano haciendo un trabajo que le exige poco mentalmente durante décadas y luego decirle: «Bueno, ya no queda más trabajo en esto, así que vaya a hacer algo más creativo». Le habría anulado toda su creatividad durante esas décadas de trabajo embotante. Pero si de entrada se educa a los niños de modo que aprecien su propia creatividad, la situación sería otra en la adultez.

Lo que la gente llama aprendizaje hoy, es algo forzado. Todos están obligados a aprender lo mismo el mismo día y a la misma velocidad en clase. Pero cada uno de nosotros es diferente de los otros. Para algunos, la clase es demasiado rápida. Para otros, demasiado lenta. O va en la dirección incorrecta. Ahora bien, dele a cada uno la oportunidad de seguir sus propias inclinaciones desde el comienzo, de descubrir lo que le interesa buscándolo desde su propia casa, en su propio tiempo y a su propia velocidad, y así todo el mundo disfrutará del aprendizaje.

Bill Moyers: ¿Qué hay de ese argumento que las máquinas, como las computadoras, deshumanizan el aprendizaje?

Isaac Asimov: De hecho, es todo lo contrario. Es a través de esta máquina que por primera vez, somos capaces de tener una relación de uno a uno entre la fuente de información y el consumidor de información. En los viejos días, tenías que contratar a un tutor o un pedagogo para educar a tus hijos. Y si él sabía su trabajo, podría adaptar sus clases a los gustos y habilidades de los estudiantes. Pero ¿cuanta gente podría afrontar contratar a un pedagogo? La mayoría de los niños no tenían educación. Entonces llegamos al punto en donde es absolutamente necesario educar a todo el mundo.

La única forma en que podíamos hacerlo era teniendo un profesor para muchos estudiantes, y darle al profesor un currículo del que enseñar. Pero ¿cuantos profesores son buenos en esto? Al igual que con todo lo demás, el número de profesores es muy superior al número de buenos profesores. Así que o tenemos una relación de uno a uno para unos pocos, o uno para muchos para la mayoría. Ahora con la computadora, es posible tener una relación de uno a uno para la mayoría. Todos pueden tener un profesor en la forma de acceso al conocimiento acumulado de la especie humana.

Bill Moyers: Pero sabiendo que en este país tenemos un record tan miserable de ser incapaces de proveer a los niños pobres incluso con un buen salón de clases que me pregunto si nuestra sociedad ¿podrá alguna vez proveer a todos, incluso los chicos mas pobres, con buenas computadoras?

Isaac Asimov: Quizá no al principio. Eso es como preguntarte a ti mismo, “¿Es posible proveer a todos en la nación con agua limpia?” En muchas naciones es imposible obtener agua limpia excepto bajo muy inusuales circunstancias. Esa fue una de las razones por las que la gente comenzó a beber cerveza y vino – el alcohol mataba a los gérmenes, y si no bebías eso, morías de cólera. Pero hay lugares en donde puedes suplir de agua limpia prácticamente a todos. Los Estados Unidos probablemente suple agua limpia a un porcentaje mas grande de su población que cualquier otra nación. Así que no es que esperemos tener una computadora perfecta para todo mundo inmediatamente, pero podemos intentarlo, y con el tiempo, creo que mas y mas lo intentarán. En el nombre de Dios, cuando era joven, muy poca gente tenía automóviles o teléfonos, y casi nadie tenía un aire acondicionado. Ahora estas cosas son casi universales. Podría ser lo mismo con las computadoras.

Bill Moyers: ¿Cómo sería una máquina de enseñanza?

Isaac Asimov: Me resulta difícil de imaginar. Es fácil ser teorético, pero cuando realmente intentas pensar en los tornillos y tuercas, entonces se vuelve difícil. Yo podría fácilmente haber imaginado un carruaje sin caballos en el siglo diecinueve, pero no podría haber hecho un dibujo. Pero supongo que algo esencial sería una pantalla en la que mostrarías cosas y otra parte esencial sería un mecanismo impresor, en el que las cosas podrían ser impresas para ti. Y tú tendrías que tener un teclado con el cual harías preguntas, aunque idealmente me gustaría ver uno que pudiera activarse por voz. Podrías simplemente hablarle, y quizá este podría hablarte, y decir, “Tengo algo que podría interesarte. ¿Te gustaría que lo imprimiera para ti?” Y tú dirías “Muy bien, pero ¿qué es exactamente?” Y el aparato te diría y tú podrías decir, “Oh muy bien, le echaré un ojo.”

Cualquier cosa que te haga sentir que el profesor es más humano sería placentero. Y sin embargo nunca se sabe con certeza. Una vez me mostraron un dispositivo que tenía un cierto número de frases como “Sí señor,” “Inmediatamente” – cosas así. Después de que lo escuchabas por la décima vez te irritaba. Así que supongo que no es sabio intentar imaginar por adelantado demasiado como se verán o serán las cosas, mejor dejemos que la demanda del público guíe lo que produciremos.

Bill Moyers: Pero la máquina tendría que estar conectada a libros periódicos y documentos en alguna enorme biblioteca, de modo que entonces cuando quiera leer en el nuevo libro de Isaac Asimov “Far as Human Eye Could See” el capítulo sobre geoquímica, yo podría pisar algunas teclas y el capítulo llegaría hasta mi.

Asimov: Eso es correcto, y entonces por supuesto te preguntarás – y cree que me lo he preguntado: “¿Cómo consigues pagar al autor por el uso de este material?” Después de todo, si una persona escribe algo, y esto entonces se vuelve disponible para todo mundo, lo estás privando de la razón económica para escribir. Alguien como yo mismo, si se le asegurara un modo de vida, podría escribir igualmente, solo por que lo disfruta, pero la mayoría querrían hacerlo a cambio de algo. Imagino como podrían haberse sentido cuando las bibliotecas públicas fueron instituidas por primera vez. “¿Qué? Mi libro en una biblioteca pública? Cualquiera puede entrar y leerlo gratis?” Pero entonces te das cuenta que hay algunos libros que jamás se habrían vendido si no tuviéramos bibliotecas públicas.

Bill Moyers: Con las computadoras, en cierta forma, cada estudiante tiene su propia escuela privada.

Isaac Asimov: Sí, puede ser el único dictador de lo que va a estudiar, aunque se imaginará que eso no es todo lo que va a hacer. Aún tendrá que ir a la escuela para algunas cosas que tiene que aprender.

Bill Moyers: Conocimiento común por ejemplo.

Isaac Asimov: Exacto, y la interacción con otros estudiantes y profesores. No puede escaparse de eso, pero él verá lo divertido de esa vida que está siguiendo su propia inclinación

Bill Moyers: ¿Es esta revolución en el aprendizaje personal solo para los mas jóvenes?

Isaac Asimov: No, no es solo para los jóvenes. Ese es otro problema con la educación como la tenemos ahora. La gente piensa en la educación como algo que terminan, es un rito de iniciación. Terminaste con la escuela, ya no eres un niño, y por lo tanto cualquier cosa que te recuerde la escuela – leer libros, tener ideas, hacer preguntas – eso es cosa de niños. ahora eres un adulto, ya no haces ese tipo de cosas nunca mas.

Bill Moyers: Y de hecho, como en prisión, la recompensa de la escuela es salir de ella, “¿Cuando vas a salir?”

Isaac Asimov: Todo niño sabe que la única razón por la que él está en la escuela es porque él es un niño pequeño y débil, y si consigue salir antes, si abandona la escuela, entonces es un hombre prematuro.

Bill Moyers: He hablado con algunos de estos “abandonados,” y ellos piensan que se han convertido en hombres porque ya no están en la escuela.

Isaac Asimov: Tienes a todo mundo buscando la forma de no aprender nada mas, e incluso hacemos que se sientan avergonzados de intentar aprender de nuevo. Si tienes un sistema de educación que utiliza computadoras, entonces cualquiera, a cualquier edad, puede aprender por si mismo, puede continuar interesado. Si disfrutaste aprendiendo, no hay razón por la que debas detenerte a una cierta edad. La gente no deja de hacer cosas que disfrutan haciendo solo por que han llegado a una cierta edad. No dejan de jugar tenis porque llegaron a los cuarenta, No dejan de tener sexo solo porque cumplieron cuarenta. Continúan haciéndolo tanto como pueden si lo disfrutan, y aprender será lo mismo. el problema con el aprendizaje es que la mayoría de la gente no lo disfruta debido a las circunstancias.

Hagamos que sea posible para ellos disfrutar el aprendizaje, y ellos se mantendrán aprendiendo.

Existe esta famosa historia sobre Oliver Wendell Holmes, quien estando en el hospital en una ocasión, cuando tenía mas de noventa.

El Presidente Roosevelt vino a verlo, y allí estaba Oliver Wendell Holmes leyendo la Gramática Griega. Roosevelt dijo, “¿Por qué está usted leyendo Gramática Griega, Sr. Holmes?” Y Holmes le dijo, “Para mejorar mi mente, Sr. Presidente.”

Bill Moyers: ¿Estamos romantizando esto, o realmente piensas que Herzog, el personaje de Saul Bellow, estaba en lo cierto cuando dijo que la gente que va a la escuela nocturna están ostensiblemente buscando cultura. Que lo que están buscando realmente, dijo, es claridad, sentido común, y verdad, aunque sea un átomo de ella. La gente dijo él, está muriendo por la falta de algo real al final de su día.

Isaac Asimov: Me gusta pensar que así es, Me gusta pensar que la gente a quienes se les da el chance de aprender los hechos y ampliar su conocimiento del universo no buscarán tan ávidamente el misticismo.

Bill Moyers: ¿Qué te molesta tanto del misticismo?

Isaac Asimov: Del misticismo me molesta lo mismo que me molesta de los estafadores: no está bien venderle a la gente falsas acciones de bolsa y recibir dinero a cambio. Y eso es precisamente lo que los místicos están haciendo. Le venden a la gente conocimientos ficticios y reciben dinero a cambio. Me imagino que una persona que realmente cree en la Astrología tendrá una cierta sensación de seguridad al saber que determinado día le conviene quedarse en casa o emprender un negocio o lo que fuera. Pero en ese caso ocurre lo mismo que con un tipo que tiene acciones falsas de la Bolsa; las mira y se siente rico. Pero sus acciones siguen siendo falsas, a pesar de esta sensación de riqueza, lo mismo que el conocimiento adquirido por la persona que «compra» misticismo.

Bill Moyers: Pero, ¿cuál es el conocimiento real?

Isaac Asimov: No podemos estar del todo seguros. La ciencia no se encarga de suministrar la Verdad Absoluta. La ciencia es un mecanismo, una manera de tratar de mejorar nuestro conocimiento de la Naturaleza. Es un sistema para probar tus pensamientos contra el universo y ver en donde encajan. Esto funciona no solo para los aspectos ordinarios de la ciencia, si no para toda la vida. Debería pensar que la gente querría saber que lo que saben es realmente como el universo es, o por lo menos tan cerca como es posible. No pretendemos que lo sabemos todo. De hecho, sería terrible saberlo todo porque no habría nada mas que aprender. Pero no te gustaría llegar al final de un callejón sin salida en alguna parte.

Bill Moyers: Escribiste unos años atrás que la declinación de América como una potencia mundial es en parte debido a nuestra disminución como líderes en la ciencia mundial. Por qué hemos renegado la ciencia.

Isaac Asimov: Parcialmente a causa de nuestro éxito. La frase mas dañina a la que se sometido a los Estados Unidos es ”El Yankee sabe como” obtienes la sensación que de algún modo los Americanos – solo por el hecho de ser Americanos – son mas inteligentes y mas ingenioso que otra gente, lo cual no es realmente cierto. Resulta que la frase fue usada en primer lugar en relación a la bomba atómica, la cual fue inventada y puesta a funcionar por un montón de refugiados Europeos. Ahí tienes tu “El Yankee sabe como.” También hay esta sensación de que de algún modo, nuestro sistema de libre mercado lo hará por nosotros. Eso ayuda en algunas formas, pero no si somos perezosos, no lo hará por nosotros si no hacemos nada, ¿lo ves?

Bill Moyers: Es sorprendente cuan pocos Americanos estudian matemáticas o se gradúan en ciencias.

Isaac Asimov: Sí, estamos viviendo en una sociedad de negocios.

Bill Moyers: Y sin embargo esta tendencia en contra de la ciencia ha existido durante tanto tiempo en este país. Cuando Benjamin Franklin estaba experimentando con el pararrayos, un montón de buena gente dijo, “No necesitas un pararrayos. Si tu quieres prevenir que el rayo te golpee solo tienes que rezar.”

Isaac Asimov: La tendencia en contra de la ciencia es parte de ser una sociedad pionera. De algún modo sientes que la vida de ciudad es decadente.

La historia Americana está llena de fábulas de los nobles y virtuosos granjeros y los viciosos citadinos. El citadino es un villano automáticamente. Desafortunadamente, tales estereotipos pueden dañar. Un noble ignoramus no es necesariamente lo que el país necesita.

Cuando Andrew Jackson se volvió Presidente, pareció que cualquiera podía llenar cualquier oficio federal. Así comenzó el sistema de botín que tenemos ahora: cuando un nuevo chico llega, todo mundo es despedido, y el nuevo partido mete a la gente. Eso funciona, si en verdad cualquier persona puede hacer cualquier trabajo. Pero tú y yo sabemos que hay cosas como experiencia y educación e inteligencia. Cuando la Guerra Civil comenzó, el Norte no tenía ninguna experiencia en el combate y ninguna armada de valor. La mayoría de los oficiales con un algo de entrenamiento era Sureños. Tuvimos que aprender a pelear la guerra de la manera difícil, y perdimos un montón de gente de esa manera.

Bill Moyers: En 1980 estabas asustado de que los fundamentalistas que estaban llegando al poder con Reagan fueran a voltear este país incluso mas en contra de la ciencia, especialmente con sus demandas de que el creacionismo bíblico tuviera igualdad en el salón de clases junto a la ciencia. ¿Han conseguido las incursiones que temías?

Isaac Asimov: Afortunadamente, las corrientes han estado en contra de ellos. Pero aún ponen presión en las administraciones de las escuelas y las sociedades de padres, y  se ha vuelto un poco mas difícil en muchas partes de la nación enseñar evolución.

Bill Moyers: Los fundamentalistas te ven como la misma encarnación del enemigo, el epítome del humanista seglar quien se opone al plan de Dios para el universo. En 1984, La Sociedad Americana de Humanistas te dio el Premio a Humanista del Año, y ahora eres el presidente de esa organización. ¿Eres un enemigo de la religión?

Isaac Asimov: No, no lo soy. Pero estoy en contra de adosarle el sistema de creencias de una persona a toda una nación o a todo el mundo en general. Objetamos que la Unión Soviética esté intentando dominar el mundo, comunizarlo. Los Estados Unidos, espero, está intentando democratizar el mundo. Pero yo ciertamente estaría en contra de intentar cristianizarlo o islamizarlo o judaizarlo o cualquier cosa por el estilo. Lo que objeto de los fundamentalistas no es que sean fundamentalistas, sino que en esencia pretendan que yo también lo sea. Ahora bien, ellos podrían aducir que yo creo en que la Teoría de la Evolución es cierta y que quiero que todo el mundo también lo crea así. Pero yo no quiero que todo el mundo crea en la Teoría de la Evolución; simplemente aspiro a que estudien lo que decimos acerca de la Teoría de la Evolución y luego decidan por sí mismos. Los fundamentalistas aseguran que quieren tratar el tema de la Creación del Mundo en pie de igualdad, pero no pueden. No se trata de una ciencia. Se pueden impartir enseñanzas sobre la creación del mundo en las iglesias y en los cursos de religión. Pero ellos se sentirían horrorizados si yo sugiriera que en las iglesias se enseñase humanismo secular como una forma alternativa de ver el Universo o la Evolución como una forma alternativa de considerar de qué manera puede haberse originado la vida en el planeta Tierra. En la iglesia sólo enseñan aquello en lo que creen, y supongo que está bien que sea así. Pero, por otra parte, en los cursos de ciencia nuestro deber es enseñar cómo creen los científicos que funciona el Universo.

Bill Moyers: Los creyentes ven en la ciencia algo lleno de incertidumbre, siempre tentativo, sujeto a revisionismo. Creen que la ciencia presenta un Universo enorme, complejo y escalofriante, regido por la causalidad y por leyes impersonales. Ven a la ciencia como algo peligroso.

Isaac Asimov: Esa es, en verdad, la gloria de la ciencia: que sea algo tentativo, lleno de incertidumbre, sujeto a cambio. Lo realmente lamentable es lo opuesto, tener una serie fija de creencias consideradas absolutas, que ha sido así desde el inicio y que no puede cambiar, y donde sencillamente no se presta atención a ninguna prueba evidente. Cuando los árabes tomaron Alejandría y le preguntaron al califa Omar qué hacer con la biblioteca, Omar respondió: «Si los libros coinciden con el Corán, no son necesarios y pueden quemarlos. Si no coinciden con el Corán, son peligrosos y pueden quemarlos». Todavía hoy existen pensadores al estilo de este Omar, pensadores que creen que todo conocimiento debe ajustarse al de un libro: la Biblia, y se niegan a permitir que se conciba el menor error en él. A mi modo de ver, esta actitud es mucho más peligrosa que un sistema de creencias y conocimientos tentativo y sujeto a cambio.

Bill Moyers: ¿Cree que hay algún espacio para reconciliar la visión religiosa del Universo como teatro de Dios y la visión del Universo sostenida por los científicos?

Isaac Asimov: La hay si la gente es razonable. Hay muchos científicos que son honestamente religiosos. Millikan era un hombre genuinamente religioso. Morley, el del experimento de Micherson-Morley, era genuinamente religioso. Simplemente, no mezclan su religión con la ciencia. Dicho de otra forma: Si en el campo de la ciencia ocurre algo que no pueden explicar, estos hombres no se limitan a soslayarlo diciendo «Bueno, así lo quiso Dios» o «Acaba de producirse un milagro». No. Ellos saben que la ciencia es estrictamente una elaboración de la mente humana de acuerdo con las leyes de la Naturaleza, y que la religión está afuera y puede abrazar a la ciencia. Usted bien sabe que si de pronto surgieran pruebas verificables y evidentes de que Dios existe, los científicos no tendrían más opción que aceptar el hecho. Por su parte, los fundamentalistas ni siquiera admiten la posibilidad de que haya pruebas de que la Evolución es cierta. Negarán toda prueba que usted les presente, si esa prueba entra en conflicto con el Universo Divino tal como ellos lo entienden. Así que la posibilidad de arribar a un acuerdo sólo se da en una de las partes y, por lo tanto, dudo que jamás se llegue a un entendimiento.

Bill Moyers: Lo que le aterra a los fundamentalistas es algo que Dostoievski dijo una vez: «Si Dios está muerto, todo está permitido».

Isaac Asimov: Esa frase supone que los seres humanos son incapaces de sentir lo que está bien y lo que está mal. ¿La única razón por la que alguien es virtuoso es que la virtud es un boleto de ida al Cielo? ¿La única razón por la que alguien no mata a golpes a sus hijos es porque no quiere ir al Infierno? Es un insulto a la especie humana el dar a entender que solamente un sistema de recompensas y castigos haga que la gente se mantenga decente. ¿No habrá que pensar más bien en que el ser humano desea ser una persona decente porque así se siente mejor? Yo no creo que vaya a ir al Cielo o al Infierno. Creo que cuando me muera no habrá más nada. Eso es lo que creo firmemente. Lo cual no quiere decir que sienta el impulso de salir a robar, cometer asaltos, violaciones y demás. Yo tengo una conciencia, y ella no depende de la religión. Y creo que así le ocurre a muchas personas.

Incluso en sociedades en donde la religión es muy poderosa, no hay falta de crimen y pecado y miseria y cosas terribles sucediendo, a pesar del cielo y el infierno. Imagino que si vas al corredor de la muerte y le preguntas a un montón de asesinos que están esperando por su ejecución, si ellos creen en Dios, te dirán que sí. No me sorprendería que entre el número de gente en la cárcel por fraude, por crímenes violentos, por cualquier cosa, incluyera a  un porcentaje menor de ateístas que el de la población general. Así que no sé por qué solo debido a que no quieres un ticket al cielo y no temes un ticket al infierno, debas ser un villano.

Bill Moyers: Hay moralidad en la Ciencia?

Isaac Asimov: Oh, absolutamente. De hecho hay una moralidad en ciencia que es mucho mas avanzada que en cualquier otra parte. Si encuentras una persona que ha falsificado sus resultados, quien haya mentido sobre sus descubrimientos, quien haya intentado robar el trabajo de otro, quien haya hecho algo que otros científicos consideran poco ético – bien, su reputación científica está arruinada, su vida científica se acabó. No hay perdón. La moralidad de la ciencia es que tu reportes la verdad, que hagas lo mejor para probar falsos tus propios descubrimientos, y que no utilices los descubrimientos de otro y los reportes como propios. En cualquier otra rama del comportamiento humano – En política, en economía, en la ley, en casi cualquier cosa – la gente puede cometer crímenes y aún ser héroes. Por ejemplo el Coronel North ha hecho cosas terribles, y sin embargo el todavía es un héroe y un patriota para algunas personas. Esto sucede casi cada campo. Excepto en la ciencia. cometes un error en ciencia, y se acabó. Realmente se acabó.

Bill Moyers: Amas la investigación ¿no es así? Amas la ciencia.

Isaac Asimov: Oh, le tengo mucho aprecio. Creo que es sorprendente cuantos santos han habido entre los científicos. Te doy un ejemplo. En 1900, De Vries estudiaba las mutaciones. Él descubrió un parche de onagra de diferentes tipos, y estudió como heredaban sus características. Trabajó las leyes de la genética. Otros dos chicos trabajaron las leyes de la genética al mismo tiempo, un muchacho llamado Karl Correns, quien era Alemán, y Erich Tschermak von Seysenegg, quien fue Austriaco. Los tres trabajaron en las leyes de la genética en 1900, y tras haberlo hecho, los tres buscaron en la literatura, solo para descubrir que había sido hecho antes. Los tres descubrieron que en los 1860s Gregor Mendel había descubierto las leyes de la genética, y nadie le había prestado atención entonces. Los tres reportaron sus descubrimientos y confirmaron los descubrimientos de Mendel. Ninguno de los tres intentó que él había sido el descubridor original. Y ¿sabes lo que eso significó?  Significó que dos de ellos, Correns y Tschermak von Seysenegg vivieran en la oscuridad. De Vries es conocido solo porque el fue también el primero que descubrió la teoría de las mutaciones. Pero en lo referente a los descubrimientos de genética se refiere, Mendel obtuvo todo el crédito. Ellos sabían en aquel momento que esto pasaría. Esa es la clase de cosas que no encuentras fuera de la ciencia.

Bill Moyers: Si la verdad lo entusiasma tanto, ¿cuál es el valor de la ciencia-ficción, por la cual usted es tan reconocido?

Isaac Asimov: Bien, mejor consideremos la ficción como un todo, cualquier tipo de ficción. En la literatura seria, la ficción donde el escritor siente que está logrando algo, además de meramente entretener a los lectores, el escritor refleja a la especie humana como un espejo, haciendo que entendamos mejor a la gente porque hemos leído tal novela o cuento, y tal vez posibilitando que usted se entienda mejor a sí mismo. Esto es algo importante.

Ahora bien, la ciencia-ficción emplea un método diferente. Crea una sociedad artificial, que de hecho no existe, que podría existir en el futuro o no. Y entonces retrata los hechos contra el trasfondo de esa sociedad en la esperanza de que usted pueda verse a sí mismo en relación con la sociedad actual. Yo no pretendo realmente lograrlo. Me parece que para hacerlo con propiedad se requiere un gran hombre, un tipo a la altura de… bueno, por lo menos a la mitad de la altura de Shakespeare, y a eso yo no llego. Pero lo intento y ¿quién sabe? Tal vez de tanto en tanto logro algo de esto. Es por eso que escribo ciencia-ficción: porque es una manera de escribir ficción en un estilo que me permite señalar cosas que de otro modo no podría.

Bill Moyers: Alguien dijo alguna vez que una gran ventaja de la ciencia-ficción está en que puede introducir al lector a cambios que bien pueden ser inevitables, pero que en la actualidad no pueden concebirse.

Isaac Asimov: Yo mismo lo he dicho en diferentes momentos. El hecho es que la sociedad está siempre cambiando, pero el ritmo del cambio se ha acelerado a través de la historia. Además, el cambio es acumulativo: los cambios que usted introduce hoy facilitan la introducción de cambios futuros. Antes de la Revolución Industrial la gente no tenía conciencia del cambio o del futuro. Presuponían que el futuro sería exactamente como siempre había sido, sólo que con diferentes personas. Como dice el Eclesiastés: «No hay nada nuevo bajo el sol». Sólo con el advenimiento de la Revolución Industrial el ritmo del cambio se tornó lo suficientemente rápido para resultar visible en el curso de la existencia de un hombre. La gente repentinamente tomó conciencia de que no sólo estaban cambiando las cosas, sino de que seguirían cambiando tras su muerte. Allí cobró forma la ciencia-ficción, por contraposición con la fantasía y con los libros de aventuras; la gente sabía que iba a morir antes de poder ver los cambios que se darían en el siglo siguiente, y entonces les pareció interesante y divertido imaginar cómo iban a ser esos cambios.

Ah medida que el tiempo pasa, y la velocidad del cambio continúa acelerándose se vuelve mas y mas importante ajustar lo que haces hoy al hecho del cambio en el futuro. Es ridículo hacer tus planes ahora asumiendo que las cosas continuarán como son ahora. Debes asumir que si algo de lo que haces ahora va a dar sus frutos en diez años, que en esos diez años habrán cambios que tomarán lugar, y quizá lo que estás haciendo no tendrá significado entonces. Así que hoy en día el futurismo se ha vuelto una parte importante del pensamiento en los negocios, la economía, la política y las cuestiones militares.

La Ciencia ficción es importante porque combate la noción natural de que hay algo permanente en la forma en que soy justo ahora.

Bill Moyers: Una vez dijiste que tu visión del futuro cambia de acuerdo a lo que lees cada mañana en el diario. ¿Qué estás leyendo hoy en día en los diarios?

Isaac Asimov: Bien, leo que en la Unión Soviética, por ejemplo, hay protestas y marchas por aquí y por allá – que hay un montón de confusión. Me hace sentir que la Unión Soviética está ganando fuerza porque cuando una nación está absolutamente callada, cuando nadie dice nada, cuando no escuchas ninguna controversia, es como una especie de muerte, una muerte que envuelve miedo, una muerte que envuelve opresión. Con la confusión, la Unión Soviética se está volviendo diríamos un poco Americanizada? Creo que eso es bueno. Creo que el que Reagan se haya entendido tan bien con Gorbachev, y viceversa, que fueran tan amigables y que se abrazaran, es una gran cosa. Eso no significa que mañana la Unión Soviética vaya a ser exactamente lo que queremos que sea. No significa que nosotros nos vamos a convertir en exactamente lo que ellos quieren que nosotros seamos. Pero al menos nos movemos en la dirección correcta. Espero que esto signifique que hay al menos una pequeña oportunidad de que estemos encaminados a una era de cooperación internacional y quizás el desarrollo de un tipo de gobierno federal, el cual pienso es esencial.

Bill Moyers: Usa tu imaginación: si el Presidente le pidiera que escribiera un borrador para el discurso inaugural y le dijera “Dr. Asimov, asegúrese de que yo diga aquello que usted considere que yo debo convencer al pueblo Americano de prestar mas atención” ¿Qué sería?

Isaac Asimov: Sería esto: Que todos los problemas que enfrentamos ahora, que son realmente importantes, que son de vida o muerte, son problemas globales, que nos afectan a todos por igual. La capa de Ozono, si esta desaparece, desaparecerá para todos. La contaminación en los océanos, en la atmósfera, en el agua subterránea, es para todos nosotros. La única forma en que nosotros podemos mejorar estos problemas, resolverlos, prevenir que nos destruyan, es una vez mas, a través de una solución global. No podemos esperar que nada de lo que los Estados Unidos haga solo vaya a afectar la situación del mundo. Tiene que haber cooperación entre las naciones del mundo. Si podemos alcanzar eso en frente de un peligro mayor del que hayamos enfrentado nunca antes, entonces una de las ventajas que eso tendría es que automáticamente empezaremos a gastar menos dinero en guerra y preparaciones para la guerra, con lo cual tendríamos un ciclo benéfico pues tendríamos mas dinero para resolver estos problemas que debemos resolver.

Bill Moyers: Suenas mas optimista que unos años atrás. Leí un ensayo en donde decías que estamos entrando en una época de decisión, que tenemos que hacer decisiones de vida o muerte sobre nuestros problemas energéticos, sobre el hecho de que estamos usando combustible fósil y no desarrollando alternativas, sobre la explosión demográfica, y sobre nuestra constante y perniciosa tendencia de prepararnos para la guerra. Tú dijiste que sabríamos al final de los 1980’s si habíamos hecho las decisiones correctas. ¿Lo hicimos?

Isaac Asimov: No hemos hecho ninguna decisión irrevocablemente mala. Me temía que con la atmósfera de los 1980’s, la Guerra Fría se intensificase y se convirtiera en algo que no pudiéramos revertir. Pero súbitamente se ha revertido, y por razones de el tipo que siempre me molestan como futurista – por razones impredecibles. No había manera que pudiéramos haber predicho que un hombre como Gorbachev llegara al poder en la Unión Soviética, un hombre que es joven y flexible y post revolucionario en su forma de pensar. Y no había manera de predecir que Reagan cometería el error Irán-Contra, y sintiera necesario hacer algo para que lo recordaran por otra razón.
Y así entre el intento de Reagan de intentar algo optimista, y Gorbachev, intentando de algún modo mejorar la Guerra Fría, hemos tenido lo que podrías llamar un encuentro de mentes, y el comienzo del desarme nuclear, e incluso siendo solo el comienzo. Yo he sentido mucha mas confianza todo este último año.

Bill Moyers: ¿Qué hay del tema del que has hablado tanto – la explosión demográfica? Justo ahora, la población del globo está por encima de cinco mil millones. Nos has advertido de lo que pasará si esto continua al ritmo de dos por ciento al año.

Isaac Asimov: la taza de crecimiento se ha reducido a uno-coma-seis  por ciento, pero con la alta población, es la misma cantidad en números: Ochenta millones por año. Para el año 2000, va a ser quizá seis mil quinientos millones.

Bill Moyers: Eso es apenas 12 años desde ahora. ¿Cuanta gente piensas que la Tierra puede sostener?

Isaac Asimov: No creo que pueda sostener los cinco mil millones a la larga. justo ahora la mayor parte del mundo está viviendo bajo terribles condiciones. No podemos mejorar las condiciones de todos. No podemos mejorar el mundo entero al estándar promedio de vida en los Estados Unidos porque no tenemos los recursos y la habilidad para distribuir suficientemente bien. Así que justo ahora como estamos, hemos condenado la mayor parte del mundo a un miserable nivel de hambruna. Y solo se pondrá peor a medida que la población continúe subiendo.

Bill Moyers: Pero no puedes simplemente decirle a una mujer, “No tengas hijos.”

Isaac Asimov: Ese no es el problema; es que tanta gente está diciendo, “Ten hijos.” Existe una actitud tan pro-natalista en el mundo. Celebramos del día de la Madre con tanto entusiasmo, decimos “Que todos tus problemas sean pequeñines” Celebramos niños adicionales. Siento que si tan solo dejáramos de presionar por los niños, de algún modo habría menos de ellos.

Bill Moyers: ¿Por qué dices que el precio de la supervivencia es la igualdad entre el hombre y la mujer?

Isaac Asimov: Porque si a las mujeres se les permite ingresar a todas las esferas de la condición humana, o sea al mundo de los negocios, la religión, las ciencias, el gobierno, etc, en pie de igualdad con el hombre, estarán tan ocupadas que no sentirán la necesidad de tener muchos hijos. Mientras haya mujeres viviendo de tal modo que no puedan sentir ninguna autoestima, salvo como madres, seguirán teniendo muchos hijos, que es la única manera que conocen de demostrar que valen algo. En general, si usted observa el mundo, cuanto más bajo es el status de las mujeres, mayor es el índice de natalidad. Si se pudiera elevar drásticamente el status de las mujeres, estoy seguro de que el índice de natalidad caería en igual medida, por elección de las mujeres mismas. Siempre estamos diciendo que no hay satisfacción como tener hijos, pero me doy cuenta que siempre son los hombres quienes lo dicen. Sabes, los hombres son felices sin dar a luz a sus hijos. Son felices al encontrar otras cosas que hacer. Si las mujeres pudieran encontrar otras cosas que hacer, también ellas tendrían menos hijos.

Bill Moyers: Pero nuevamente, estás en conflicto con un imperativo bíblico, “Se fructífero y multiplícate.”

Isaac Asimov: Cierto. Pero Dios dijo eso cuando Adán y Eva eran las dos únicas personas en el mundo. él dijo, “Se fructífero y multiplícate y llena la Tierra” La Tierra ha sido llenada hace tiempo. Ese es uno de los problemas con el fundamentalismo. Los fundamentalistas toman un estamento que tenía sentido en el momento en que fue hecho, y porque ellos rechazan consideran que el estamento podría no ser una verdad absoluta y eterna, continúan siguiéndola bajo condiciones en que hacerlo podría ser mortal.

Bill Moyers: Si la población sigue creciendo al ritmo actual, ¿qué ocurre con la idea de la dignidad de la especie humana?

Isaac Asimov: La dignidad va a desaparecer totalmente en un mundo superpoblado. Me gustaría aplicar lo que llamo mi metáfora del cuarto de baño. Si dos personas viven en un departamento y hay dos baños, entonces ambos tienen plena libertad de ir al baño. En tales condiciones, todo el mundo cree en la Libertad del Baño y ese derecho figura en la Constitución. Pero si usted tiene veinte personas en un departamento y los mismos dos baños de antes, no importa la medida en que cada persona crea en la Libertad del Baño, de todas formas esa libertad no existirá en absoluto. Al arrojar más gente al mundo, en síntesis, el valor de cada vida humana no sólo declina, sino que termina por desaparecer. No importa que alguien muera. Cuanta más gente hay, menos importa el individuo.

Bill Moyers: Se dice que los Estados Unidos está llevando su población bajo control, que muchos Americanos no siquiera se están reproduciendo ellos mismos, y que lo que haga el resto del mundo no lo podemos controlar.

Isaac Asimov: La población de los Estados Unidos aún está creciendo. La única vez en que realmente desaceleró fue durante la Gran Depresión, cuando no había leyes reduciendo el ritmo de los nacimientos, tan solo había una depresión económica, la cual hacía que la gente se lo pensara dos veces antes de tener hijos. Pero los Estados Unidos está haciendo algo mas – está rechazando absolutamente ayudar a otras naciones a controlar su población. Tenemos la sensación de que es suficiente que nos aseguremos que los Estados Unidos está en buen estado, y que lo que las otras naciones hagan es su propio asunto. No es su asunto, es nuestro asunto también.

Bill Moyers: ¿Podemos existir como una economía estable y una sociedad estable si a nuestro alrededor hay confusión y caos?

Isaac Asimov: Absolutamente no, justo ahora muchas naciones están destruyendo los bosques lluviosos, por que necesitan la madera, y necesitan el espacio para granjas.

Bill Moyers: ¿Por qué debería importarnos eso?

Isaac Asimov: Por que sin los bosques lluviosos vamos a tener desiertos, bajará la cantidad de comida. Es un hecho, está también la posibilidad de que perdamos toda clase de sustancias valiosas de las que no sabemos nada. Esos bosques lluviosos tiene un increíble número de especies de plantas y animales de los que sabemos muy poco. Algunos de esas especies podrían producir sustancias de gran importancia farmacológica y medica. Si se cultivaran adecuadamente, algunas de las plantas  podrían ser nuevas fuentes de comida. En adición a eso, nada produce el oxigeno de la atmósfera con la misma intensidad que un bosque lo hace. Cualquier cosa que los sustituya, estará produciendo menos oxigeno. Estamos destruyendo nuestra atmósfera también.

Bill Moyers: ¿Qué querías decir cuando dijiste que debíamos dejar de vivir por el código del pasado?

Isaac Asimov: Los tiempos cambian. Por ejemplo, en el pasado sentíamos que la maternidad era la cosa mas importante que una mujer podría hacer, y que ser una buena esposa y madre era la suma del propósito de una mujer en su vida. ella no necesitaba una educación o intereses fuera de casa. Ya sabes, Kinder, Kirche, Kuche – los niños, la iglesia y la cocina – o como dicen en inglés “Mantenlas descalzas y preñadas” Bien, ya no podemos hacer eso. No podemos criar a las mujeres para que sean maquinas de bebés. En los viejos días no nos preocupábamos por el futuro. Ahora debemos. Las cosas están cambiando tan rápido que debemos preocuparnos por el futuro todo el tiempo.

Bill Moyers: Tú y yo podríamos no estar por aquí cuando llegue.

Isaac Asimov: Nuestros hijos estarán y nuestros nietos – y la raza humana. No quiero sonar como un absurdo idealista o como si solo yo amara a la humanidad. Pero, mira, mis libros van a sobrevivirme – quiero que haya gente por aquí para que los lea.

Bill Moyers: ¿Es posible que usted adolezca de excesiva confianza en el racionalismo?

Isaac Asimov: Bueno, eso no lo puedo responder con facilidad. Pero no se me ocurre otra cosa en qué confiar, aparte la racionalidad. Si uno no puede guiarse por la razón, ¿por qué puede guiarse entonces? Una respuesta es la fe. Pero, ¿fe en qué? Advierto que no hay un acuerdo general en el mundo respecto de este punto. Estos temas de la fe no pueden ser compulsivos. Yo tengo mi fe y usted tiene su propia fe. Y no hay forma de traducir mi fe a usted, o viceversa. Al menos, en lo que se refiere a la razón, hay un sistema de transferencia, un sistema de argumentación racional que sigue las leyes de la lógica, leyes sobre las que mucha gente se ha puesto de acuerdo hace siglos. De modo que en la razón hay lo que podríamos llamar argumentos de fuerza. Si yo encuentro cierto tipo de pruebas, aun aquellas personas que inicialmente no coincidían conmigo se verían compelidas a hacerlo por la fuerza misma de dichas pruebas. Ahora, si usted tiene una revelación, ¿cómo transferirla a los demás? ¿A través de qué sistema?

Bill Moyers: En suma, usted cifra en la mente su esperanza para el futuro.

Isaac Asimov: Sí, espero con ansias el momento en que todo el mundo se vuelva racional, y si no todo el mundo, al menos suficientes individuos como para marcar una diferencia.

Bill Moyers: Asimov, has vivido durante buena parte de este siglo. ¿Alguna vez ha sido testigo de que los seres humanos pensaran desde la perspectiva que usted les propone ahora?

Isaac Asimov: Tal vez no sea importante que todo ser humano piense así, de esta forma, racionalmente. ¿Pero qué pasaría si los dirigentes y los formadores de opinión pensaran así? La gente común podría seguirlos, seguir ese ejemplo. Ayudaría mucho que ya no estuviesen esos dirigentes que proclaman el odio y el recelo hacia los extranjeros, si ya no estuviesen esos que gritan que aquellos que no poseen exactamente el mismo aspecto que nosotros tienen algo de imperfecto. Realmente, casi no es necesario que hagamos el bien. Lo que hace falta es que dejemos de hacer el mal, ¡caramba!

 

Esta entrevista la descubrí en la madrugada de ayer, la versión original en inglés puede encontrarse aquí: http://www.wesjones.com/asimov.htm

Luego encontré una parte traducida al español en unos archivos de la Universidad de Santo Domingo por el profesor P. Jiménez: http://www.bpm.uasd.edu.do/Members/jimenezp/vidas/entrevista-a-isaac-asimov/

Sin embargo habían omitido muchas partes y cambiado el orden en algunas cosas, así que terminé de traducirlo (era bastante) y lo agregué.

Si ven los videos y comparan verán que hay cosas que salen en la entrevista escrita que no aparecen en los videos, además el orden en que están los videos es diferente al orden en que organizaron la entrevista posteriormente, me tomé la libertad de arreglar la entrevista de forma mas similar a como está en los videos de modo que si alguien se anima a ponerle los subtítulos a los videos se le haga mas fácil.

Me pasé casi todo el día de hoy haciendo esta traducción, pero lo disfruté mucho, me parecen geniales las ideas de Asimov, espero que la hayan disfrutado tanto como yo 🙂

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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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